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Con la edad, los patrones de sueño tienden a cambiar. La mayoría de
las personas encuentran que el proceso de envejecimiento los lleva a
tener dificultades para conciliar el sueño y a despertarse con más
frecuencia.
Se gasta menos tiempo durmiendo profundamente y sin soñar. Las personas mayores se despiertan en promedio de 3 a 4 veces cada noche y son más conscientes del hecho de estar despierto. Los despertares están relacionados con un menor período de tiempo empleado en el sueño profundo y factores como la necesidad de levantarse a orinar (nicturnia), ansiedad e incomodidad y dolor asociado con enfermedades crónicas.
Se pueden adoptar algunas medidas para conciliar el sueño:
- Un refrigerio ligero a la hora de ir a la cama puede ser de gran ayuda. Muchas personas encuentran que la leche tibia aumenta la somnolencia, dado que contiene un aminoácido natural similar a un sedante.
- Evite estimulantes como la cafeína (que se encuentra en el café, el té, las bebidas colas, el chocolate) durante al menos 3 o 4 horas antes de acostarse.
- Evite hacer siestas durante el día.
- Haga ejercicio (en forma moderada) en las tardes.
- Trate de acostarse a la misma hora todas las noches y despertarse a la misma hora cada mañana.